Revelaciones del Dilema del Prisionero: Explorando la Vida, el Universo y Más Allá

Este video trata del problema más famoso de la teoría de juegos. Este tipo de problemas surgen en todas partes, desde naciones en conflicto hasta a quién le toca lavar los platos. Incluso los programas de concurso se basan en este concepto. Crear la mejor estrategia puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte, la guerra y la paz, el florecimiento y la destrucción del planeta. Y en la mecánica de este juego podemos encontrar la raíz de uno de los fenómenos más inesperados de la naturaleza: la cooperación.

Antecedentes históricos

El 3 de septiembre de 1949, un avión estadounidense de reconocimiento climático recogió muestras de aire sobre Japón. En esas muestras se encontraron trazas de material radioactivo. La Armada recogió y analizó rápidamente las muestras de agua de lluvia de sus barcos y bases en todo el mundo. También detectaron pequeñas cantidades de Serio 141 e Itrio 91. Pero estos isótopos tienen una semivida de uno o dos meses; debían haberse producido recientemente. Y el único lugar de donde podían provenir era de una explosión nuclear. Pero Estados Unidos no había hecho ninguna prueba ese año. Así que la única conclusión posible era que la Unión Soviética había descubierto cómo hacer una bomba nuclear. Esas eran las noticias que los estadounidenses temían: la supremacía militar que habían conseguido con el proyecto Manhattan se debilitaba rápidamente. Esto hace que el problema entre Europa del Este y Estados Unidos sea más serio de lo que ya era y quizás haga más inminente la guerra. Algunos pensaban que lo mejor era lanzar un ataque nuclear no provocado contra los soviéticos mientras aún llevaban ventaja, en palabras del secretario de la Armada, Matthew: «convertirse en agresores por la paz».

Desarrollo de la teoría

John Boy Neuman, fundador de la teoría de juegos, dijo: «si dices por qué no bombardear los osos mañana, yo digo por qué no bombardear los osos hoy. Si dices hoy a las 5, yo digo por qué no a la 1. Había que hacer algo con las armas nucleares y rápido, pero ¿qué? En 1950, la corporación Rand, un laboratorio de ideas en Estados Unidos, estaba estudiando esa pregunta y como parte de su investigación recurrieron a la teoría de juegos. El mismo año, dos matemáticos de Rand inventaron un nuevo juego, el cual, sin que ellos lo supieran en el momento, se parecía mucho al conflicto entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Ese juego hoy se conoce como El dilema del prisionero.

El dilema del prisionero

Así que vamos a jugar algo: un banquero con un cofre lleno de monedas de oro los invita a ti y a otra persona a enfrentarse en un juego. Tienen dos opciones: pueden cooperar o pueden no hacerlo. Si ambos deciden cooperar, cada uno recibe tres monedas. Si uno coopera pero el otro no, entonces el que no coopera recibe cinco monedas y el otro no recibe nada. Y si ninguno coopera, ambos reciben una moneda. El objetivo del juego es simple: obtener la mayor cantidad de monedas. Entonces, ¿qué harías tú? Supón que tu oponente coopera. Tú también puedes cooperar y obtener tres monedas. O puedes no hacerlo y obtener cinco monedas. Te va mejor si no cooperas. Pero ¿qué pasa si tu oponente no coopera? Bueno, tú podrías cooperar y no recibir monedas, o podrías no cooperar y ganar al menos una. Así que haga lo que haga tu oponente, tu mejor opción será siempre no cooperar.

Aplicaciones en la naturaleza

Ahora, si tu oponente también lo razona, llegará a la misma conclusión y entonces tampoco cooperará. Como resultado, cuando ambos actúan racionalmente, los dos terminan en una situación subóptima, recibiendo una moneda cada uno cuando pudieron haber obtenido tres. En el caso de Estados Unidos y la Unión Soviética, esto llevó a los dos países a desarrollar arsenales enormes con miles de armas nucleares cada uno, más que de sobra para destruirse mutuamente muchas veces. Pero como los dos países tenían esas armas, ninguno podía usarlas. Y ambos gastaron alrededor de 10 billones de dólares en desarrollar estas armas. Habría sido mucho mejor para los dos si hubieran cooperado y acordado no desarrollar más esta tecnología. Pero como cada uno actuó según sus propios intereses, terminaron en una situación en la que ambos salieron mal parados.

Conclusiones

El dilema del prisionero es uno de los juegos más famosos de la teoría de juegos. Se han publicado miles y miles de artículos sobre versiones de este juego, en parte porque aparece en todas partes. Los impalas que viven entre los bosques y las sabanas africanas son propensos a tener garrapatas, lo que puede ocasionar enfermedades infecciosas, parálisis e incluso la muerte. Por lo que es importante para los impalas quitárselas, y para lograrlo, se acicalan. Pero no alcanzan todos los puntos de su cuerpo, y por lo tanto, requieren que otro impala los acicale. Sin embargo, acicalar a otro tiene un precio: cuesta saliva, electrolitos, tiempo y atención, recursos vitales bajo el ardiente sol africano donde un depredador puede atacar en cualquier momento. Por lo tanto, para el otro impala, sería mejor no pagar ese precio. Pero de nuevo, también necesita que lo acicalen. Así que los impalas deben tomar una decisión: ¿deberían acicalarse entre ellos o no? En otras palabras, ¿deberían cooperar o no? Bueno, si solo interactúan una vez, la solución racional siempre sería no cooperar. El otro impala no te va a ayudar, así que ¿para qué molestarse? Pero lo que pasa en muchos problemas es que no son dilemas de un solo prisionero. Los impalas se ven todos los días, y la misma situación ocurre una y otra vez. Eso cambia el juego.

La importancia de la cooperación en la naturaleza

¿Cómo cambia? Bueno, imagina un mundo en el que la gente puede recordar lo que has hecho y puede tomar represalias en consecuencia. Los impalas que acicalan pueden ser recompensados con ayuda en el futuro. Los que no lo hacen pueden ser ignorados o, peor aún, castigados. En este nuevo juego, es posible que la mejor estrategia sea cooperar. En otras palabras, cuando el futuro es importante, cooperar puede ser la mejor estrategia. Y a medida que los impalas se familiarizan entre sí, eso es exactamente lo que hacen. De hecho, la cooperación es común en la naturaleza, y la teoría de juegos está comenzando a revelar cómo y por qué.

Así que la próxima vez que estés atrapado en un dilema del prisionero, acuérdate de que si quieres optimizar el resultado, lo mejor que puedes hacer es asegurarte de que haya un mañana. La teoría de juegos puede no ser capaz de prevenir guerras, deshacerse del tráfico o hacer que todos cooperen, pero al menos nos recuerda que en un mundo con un futuro, la cooperación puede ser la mejor opción.